Va a llover tanto como cuando se casó Simón

Fuimos invitados a realizar una residencia artística en un pequeño pueblo de la montaña de Cantabria durante el Festival Pararte.
Durante la estancia en el lugar cosechamos la memoria de las mujeres de la zona, sus vidas, los refranes, la tradición oral, el trabajo en el campo, convivimos con ellas, creando de una manera colaborativa, poniendo de relieve el patrimonio, recuperando la memoria, la mitología, los ritos y las supersticiones.
Tomamos prestadas las historias que nos trasmitieron e intentamos darles una nueva vida.
Al asomarse al espacio intervenido las voces de estas mujeres se proyectan relatando historias increíbles. El espectador, entre las sombras, descubría una hechicera del pueblo que transmutaba de mujer a gallina; cómo, con gran inteligencia, otra mujer ahuyentó de su huerto a un tejón con una radio o los recuerdos de otra que asistió a la boda más famosa del pueblo, cuando se casó Simón, y las lluvias torrenciales se llevaron los puentes que comunicaban la iglesia con el pueblo.